Voluntario en el frente de Urida, del Segre y Balaguer y las jorna -das del Ebro, en la 122 brigada de la 77 división. Salió de España muy enfermo a la caída de Cataluña y fue internado en el campo de Septfonds, de donde salió para trabajar en París y Toulouse en la fábrica de telémetros de la DCA. Tras el armisticio, volvió al campo de concen-tración hasta emplearse en Toulouse, en la fábrica Breguet. A la liberación se trasladó a París y allí trabajó en la Casa Simac, de material de computadoras. En agosto de 1948 se embarcó para Venezuela. En Caracas comenzó a trabajar como jefe de planta en la fábrica de muebles Tinocu y posteriormente, con el jefe de pintura de dicha empresa, montó una fábrica de cunas de niños, la cual, al cabo de dos años, se transformó en otra de muebles de oficina, llamada primeramente Hércules y luego Industrias Canigó S.A. Tras comienzos difíciles, han llegado a tener maquinaria y pintura mecanizada, pasando de unos vemte obreros, en la década de los 60, a cuarenta obreros y empleados en la actualidad. A mediados de la década del 70 se trasladaron de Carapa al kilómetro 14 de la Panamericana, donde construyeron una planta moderna que produce archivadores, muebles, cajas de herramientas, buzones y trabajan para Aceros de Venezuela, por contrato. Nacionalizado venezolano. "Esta información ha sido sacada del libro: Victor Sanz, El exilio español en Venezuela, Vol. II. Ediciones de la Casa de España y del editor José Agustín Catalá. El centenario, Caracas, Venezuela, 1995".