Baldiri estuvo 8 años en Francia, primero en algun campo de internamiento y luego trabajando en los GTE 502 de Bessières y el 558 de Tarascon. Posteriormente se asentó en Toulouse, donde convivió con un grupo de exiliados de su localidad con quién compartía amistad y militáncia política. Participó activamente en actividades relacionadas con la cultura catalana. Al volver fue denunciado por un familiar y estuvo unos meses en la cárcel, de donde salió grácias a la ayuda de un hermano con contactos. Su historia ha sido investigada y publicada por su biznieta Eva Fdez. en el libro "Els anys foscos. Retalls d'una família santboiana", editado por el ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat. Grácias a esta investigación han salido a la luz episodios desconocidos por los propios familiares, así como los nombres de unos cuantos exiliados locales, ayudando a visibilizar y recordar la historia popular de Sant Boi.